15 de julio de 2011 10:00
Pasaron años, una década para ser más precisos, desde el lanzamiento de la primera película de Harry Potter hasta este último film que deja a los seguidores y fanáticos del joven mago y sus amigos con el alma en pena y, al mismo tiempo, la satisfacción de ver cómo termina todo.
Diez años es mucho tiempo e infinidad de cosas sucedieron entre "Harry Potter y la Piedra Filosofal" (Harry Potter and the Philosopher's Stone) y "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 2" (Harry Potter and the Deathly Hallows – Part 2). Se inauguró el Kodak Theatre en noviembre de 2001, sede de la entrega de los Oscar; en 2002, 12 estados de la Unión Europea pusieron en circulación los euros; murió la Oveja Dolly (primer mamífero clonado) yArnold Schwarzenegger fue elegido gobernador de California en 2003; 2004 y el mundo despidieron a Marlon Brando en julio; la Iglesia Católica lloró la muerte del Papa Juan Pablo II en abril de 2005; el futbol italiano se consagró como el mejor al salir campeón del mundo en Alemania 2006; todos se asombraron en 2007 por el descubrimiento de un melón de 2.100 años en Japón; LEGO sopló 50 velitas en 2008; se produjo el eclipse solar más largo del siglo XXI el 22 de julio de 2009; rescataron a 33 mineros atrapados durante 69 días y a 700 metros de profundidad en Chile el año pasado; y este 2011 estuvo todo listo para el estreno del último film de la saga escrita por J.K. Rowling.
Entre todo este cúmulo de hechos y los miles más importantes que sucedieron, los pequeños actores fueron creciendo, dejando de lado ciertas características físicas y convirtiéndose en jóvenes adultos que hacen delirar a chicos y chicas, quienes sueñan desde darles sólo un abrazo hasta casarse con ellos (y de paso compartir su abultada fortuna).
Daniel Radcliffe (Harry Potter), por ejemplo, era un niño pequeño, con un corte de pelo poco favorecedor y anteojos redondos más grandes que su rostro. Sin embargo, ahora es todo un hombre: un poco más fornido que antes, mirada intensa si la situación lo requiere y hasta un poco de barba si no consigue afeitadora.
Por su parte, Rupert Grintn (Ron Wesley) era de pequeño un chiquillo pelirrojo, un poco regordete y con cara de pícaro poco inteligente. Diez años después de esa primera toma en la que apareció, está un poco más despeinado y desprolijo, con cara de adulto, aunque todavía se nota que los años no hicieron estragos en su cutis tan "british".
Finalmente, Emma Watson (Hermione Granger) es toda una señorita que arranca suspiros por doquier. De ser una delgadita niña de sólo 11 años cuando se estrenó la primera película de "el niño que vivió", pasó a ser una joven encantadora, con rasgos suaves y una hermosa figura. Elegante en todo evento (ahora con su cabello corto, a diferencia de los films de la saga), algunos hombres de la platea masculina deliran por ella y muchísimos diseñadores quieren vestirla.
- Dato: Según relató la autora de los libros - que siempre estuvo en contacto con las producciones de las películas - la idea sobre Harry Potter le llegó cuando viajaba en tren desde Manchester hacia Londres.
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